los que si pueden entrar

Querida Hermanita!...hoy te quiero decir que no te preocupes por nada...que si bien, nosotros no estaremos contigo en la operación, éste próximo lunes por la mañana el quirófano estará muy concurrido: tu Angel de la Guarda...la Santísima Vírgen María y Jesús dirigiendo a doctores y enfermeras para que todo salga BIEN!!!! Eres un regalo y una lección de vida, y te queremos muchísisimo!!!!

Cuando te miro Jesús...

Cuando te miro Jesús, me doy cuenta que me estás mirando también...y te sonrío apenada porque se que tu SIEMPRE me miras y yo a ti no. Te amo con todo mi corazón!!!


No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
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Han sido muchos los intentos de atribución de este soneto a uno u otro autor, sin que la crítica se haya sentido suficientemente comprometida a corroborar una autoría, falta de argumentos probatorios suficientes. San Juan de la Cruz, santa Teresa, el P. Torres, capuchino, y el P. Antonio Panes, franciscano perteneciente a la Provincia de Valencia, figuran entre otros de probabilidad más dudosa.

¿Qué quiere Dios?

La mayoría de las veces intuímos o asumimos cosas, sin embargo, si estas cosas nos las dice alguien o las leemos, nos quedan más claras...esto me pasó a mi con lo que a continuación voy a transcribir de un libro que leí hace algún tiempo. ¿Lo sabía antes de leerlo?...creo que si...pero la verdad a partir de que lo leí, me quedó claro!


...Dios quiere nuestro amor y nada más. Eso, nuestro amor, es lo que principalmente busca en nuestras obras. Todo lo que hacemos sin amor, aunque sean cosas buenas no son de gran valor para Dios pues El puede hacerlas con solo pensarlas, pero el amor de nuestros corazones es algo único, algo que nadie más le puede dar. Cierto, El puede crear otros corazones que lo amen, pero una vez que nos ha creado y nos ha dado la libertad, el amor de nuestro corazón es único y en cierta forma irremplazable. En todo caso, no es para su propio bien que quiera nuestro amor, sino porque El desea que nosotros seamos felices con El para siempre y ésto solamente puede ser si nuestro corazón le ama! :)